Tales from the Unconscious
this site the web

Amigo invisible

Golpeé la puerta una vez. No me abrió. Volví a golpear, y nada. Sabía que estaba ahí porque desde afuera se escuchaba a un Neil Young distorsionado que salía de su laptop. Entonces entré, pero estaba tan ensimismado que ni siquiera notó mi presencia. Escondida detrás de la pared, vi cómo se hacía invisible centímetro por centímetro, miembro por miembro, a medida que la heroína se adentraba en sus venas. Me sentí traicionada al darme cuenta de que su invisibilidad no era natural sino producto de las drogas. Al mismo tiempo sentí lástima porque tuvo que recurrir a eso para pasar inadvertido y así escapar de la mirada de los otros. Por otro lado, no pude evitar pensar: ok, el pibe se vuelve invisible ¿y después qué? ¿Se vuelve un Robin Hood postmoderno? ¿Persigue a los violadores y asesinos en su rol de vengador anónimo? ¿Se une a los Superamigos?

—Ey, ya sé que estás ahí —grité por encima de la música.

—¿A qué viniste?

—A ver cómo estás. —Se quedó callado—. ¿A dónde vas? —insistí.

—Ya sé lo que esperás que te responda. Pero lamento decepcionarte. Que sea invisible no significa que voy a ir a salvar al mundo. ¿De qué sirve que pierda el tiempo ayudando a la gente si el mundo siempre va estar lleno de hijos de puta? Por más que algunos tengan buenas intenciones, la raza humana ya está perdida. No depende de mí. Ya no depende de nadie.

“Es como si intentara secar los océanos del mundo con una caja de Kleenex”. El símil de David Lodge resonó en mi cabeza.

—Para mí no es tan así... —le dije tratando de adivinar dónde estaba parado.

—¿A vos no te gustaría ser invisible? —me preguntó para desviar la conversación.

¿Quién no quiso ser invisible alguna vez? “Tragame, tierra”, deseé en más de una oportunidad. Volverme invisible sería ideal en ciertas situaciones.

—A veces me siento invisible. —Preferí responderle—.

—¿Y qué hacés cuando te sentís invisible?

—Sufro.

—Yo me hago invisible para no sufrir. Así desaparezco por un rato y nadie me jode.

—¿Pero no te das cuenta de que lo único que vas a conseguir así es desaparecer para siempre?

Me quedé esperando su respuesta en vano porque la puerta se abrió y se cerró exasperada. De fondo sonaba "Helpless", y la parálisis de la impotencia me envolvió sin compasión.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

W3C Validations

Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus. Morbi dapibus dolor sit amet metus suscipit iaculis. Quisque at nulla eu elit adipiscing tempor.

Valid XHTML 1.0 Transitional Valid CSS!

Usage Policies